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martes, 6 de noviembre de 2007

Educar en casa

Estas últimas semanas ha salido en los medios de comunicación la noticia de que existe un grupo considerable de familias españolas que apuestan por que la educación de sus hijos e hijas se desarrolle en casa. Las noticias hablan de un hecho que no es nuevo, desde hace ya tiempo hay familias que hablan del tema abiertamente e incluso quienes ya han apostado por ello aunque las repercusiones legales vayan en contra de sus convicciones.

Considero que es un debate muy interesantes, habría que preguntarse diversidad de cosas: ¿cómo afecta a los niños y niñas el que se eduquen en casa y no en una institución como la escuela, la cuál, dicen muchos, está obsoleta? ¿los valores y principios que ofrece cada familia son mejores que los que se imparten en las escuelas? ¿hasta que punto el estado tiene todo el derecho de elegir la educación moral y cívica de los alumnos y alumnas? ¿están, todos los padres que quieran, cualificados para educar libremente a sus hijos sin ningún tipo de control? Ésta y muchas otras pueden ser incógnitas posibles a plantear para el debate, me pareced muy interesante.



Por un lado, es cierto que el Estado ejerce cierto poder en los contenidos que se les imparten en los colegios, así como también existe la posibilidad de que los ideales del profesorado lleguen a influir de determinada. Pero, si queremos vivir en sociedad y la escuela es el medio de socialización más prestigioso ¿por qué olvidarnos de ella? Por qué pensar que, como familia, somos los únicos que podemos educar en buenos valores. Es verdad que cada familia apuesta por unos principios determinados, pero creo que no todas están preparadas para transmitirlos, además, ¿cualquiera que desee que sus hijos se eduquen bajo una doctrina, por ejemplo el nazismo, tiene derecho a inculcárselo a sus hijos e hijas? Seguramente dichas familias digan que sí, pero, ¿estamos de acuerdo el resto? Es un tema muy complicado por lo que se hace muy difícil adjudicar a una familia la educación básica de sus hijos y a otras no, dejaríamos de lado la igualdad de derechos y elección, es por ello por lo que creo que no llegará a puerto la propuesta de esas familias que desean que sus hijos reciban clase en casa.

Lo que hay que revisar son los problemas que pueden estar surgiendo en las escuelas, esos problemas que hacer que muchos padres y madres no quieran que sus hijos salgan de casa, deberían asignarse más recursos que permitan a los centros educativos tratar estas necesidades y que la familia no pierda la “fe” en una institución que ha sido tan importante a lo largo de la historia.

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